sábado, 2 de abril de 2016

BILOCACIONES EN TEXAS




Tal día como hoy, hace 414 años, nació en Ágreda, un pueblo de la provincia de Soria, María Coronel Arana, que pasaría a la historia como Sor María Jesús de Ágreda. Oí hablar por primera vez de esta monja concepcionista hace ya muchos años, en la universidad, ya que fue consejera del rey Felipe IV. Se conservan cientos de cartas que el monarca y la religiosa intercambiaron a lo largo de varios años. Lo curioso del caso es que María nunca abandonó su localidad natal ni recibió una instrucción fuera de lo común y, aun así, se convirtió en su asesora, no sólo en cuestiones espirituales, sino también en cuestiones de estado. Felipe IV le consultaba sobre temas de política, a ella, a una mujer en apariencia sencilla. Y no termina aquí lo sorprendente de la vida de Sor María. Cuando los misioneros franciscanos llegaron a Texas y Nuevo México por primera vez, se encontraron con unos indios ya evangelizados. Los jumanos sabían responder a las preguntas que les hacían sobre la religión católica. Sorprendidos ante lo que en teoría era un primer contacto con misioneros, ellos respondían que una dama de azul ya les había instruido en la fe.   

            Casualmente ayer, la víspera de la fecha del nacimiento de Sor María, su nombre salió en una cena con amigas. Para mi sorpresa, ninguna de ellas había oído hablar nunca de ella. «¿Bilocaciones? ¿Qué es eso exactamente?». Así que les conté la historia. Por encima, claro, no quería ser pesada con los temas históricos que me apasionan en una noche de viernes entre amigas, pero no pude evitar empezar a hablar con emoción. «Pero sí conoceréis la novela de Javier Sierra sobre el tema ¿no?». Pues no, tampoco. Sonreí, me llevé la copa de rosado a los labios y me lancé. «Fray Alonso de Benavides, uno de los franciscanos que misionaba en la frontera norte, empezó a investigar sobre la dama de azul y las pistas le llevaron, a su regreso a España, hasta Ágreda. Allí se entrevistó con la monja y concluyó que ella era la dama azul de los jumanos. Sor María Jesús describió con detalle el territorio americano que Benavides había visitado. Algo imposible, puesto que ella nunca había estado allí. Decía que lo recordaba como si fueran sueños. Pero todo cuadraba. Debido a lo insólito del caso, fue incluso investigada por la Inquisición. Así que parece ser que Sor María pudo estar, a través de las bilocaciones, en América. Aunque, obviamente, no es un hecho frecuente, hay más casos de bilocaciones en la historia de la Iglesia. Destacan sobre todo fray Martín de Porres y el padre Pío de Pietrelcina, dos personajes extraordinarios, por los que siento gran admiración». Mis buenas amigas no me habían interrumpido y habían escuchado con atención. «Si queréis saber algo más de esta historia sin tener que recurrir a ensayos históricos o religiosos, os recomiendo que leáis La dama azul. Es una novela muy amena e interesante. A mí me encantó».

            Esta mañana, desayunando con mis padres y mi hermano, les he preguntado si conocían la historia de Sor María Jesús de Ágreda y sí, la conocían. Menos mal. Es más, mi hermano me ha mirado sorprendido y me ha dicho: «¿Por qué preguntas por ella? Precisamente mañana en mi programa de radio hablo de su historia». Vaya… ¿casualidades? Yo lo llamo más bien Providencia. Y lo más gracioso de todo ha sido cuando al cabo de un rato me llama insistentemente desde su habitación. Estaba mirando la pantalla de su teléfono. «¿Sabes de quién es hoy el cumpleaños?», me pregunta sonriendo. Me concentro, hago repaso a la familia más próxima… no… amigos… «No sé, me rindo ¿de quién?». Me muestra el móvil y responde: «El 2 de abril de 1602, o sea, un día como hoy hace 414 años, nació Sor María Jesús de Ágreda». Nos quedamos mirando sorprendidos. ¿Casualidad?… Y entre risas hemos exclamado a la vez: «¡Es la Providencia!».
2 abril 2016

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